Eduardo Feinmann habló con Luciana Marrero, enfermera de neonatología del Hospital Penna de Bahía Blanca, que rescató a los bebes que estaban internados en el sector de neonatología cuando se inundó, y contó cómo afectaron las inundaciones a la localidad.
Repasá las frases más destacadas
-“Nosotras no dimensionamos todo. Después cuando empezamos a ver imágenes y demás, sí”
-“Mi turno es de 24 a 06, yo trabajo de noche. Cuando quise salir a tomar el colectivo no pude salir“
-“Así que con mi compañera volvimos y cuando ya bajamos al subsuelo, porque neonatología, quirófano, laboratorio, la cocina, terapia adulto, todo está abajo en el subsuelo”
-“Cuando bajamos ya teníamos el agua a las rodillas, llegamos a la neo y ya estaba la cintura”
-“No teníamos otra opción que empezar a sacarlos”
-“Subimos a la residencia de madres, que la tenemos ahí”
-“Los bebés que sí podían estar con la mamá, porque tenemos distintos sectores nosotros. Bebés más complejos y otros que ya están pre-alta y que están en engorde”
-“A esos bebés los subimos con las mamás y cuando bajamos teníamos que pasar a pediatría, subir un piso más y subir a los otros bebés que necesitaban un poco de oxígeno”
-“Ahí nos mantuvimos sin saber nada de nuestras familias”
-“Los bebés los mantuvimos bien, nos acordamos más o menos cuánto le teníamos que dar leche, porque algunos comen cada dos horas, otros cada tres”
-“Yo terminé siendo derivada con otra, o sea teníamos los bebés más complejos arriba, con otra compañera, una médica y una mamá con su bebé”
-“Tuve que hacerle COPAP, que nosotros le llamamos el contacto piel a piel. Ya a las poquitas horas, si el bebé lo permite, la complejidad del bebé lo permite, ya se lo damos en el pecho a la mamá”