Valeria Filipini, maestra argentina en Estocolmo, dialogó con Eduardo Feinmann sobre la medida que tomó el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para todas las escuelas de su jurisdicción tanto privadas como públicas.
Repasá las frases más destacadas
-“Yo trabajo en un jardín de infantes y a nadie se le ocurriría mandar a un niño con el teléfono, directamente no es algo que barajamos”
-“Y en lo que es la escuela primaria y secundaria está prohibido estar en clase o recreo con el teléfono desde hace ya varios años, está establecido en la ley escolar”
-“No, no es nuevo”
-“Mi hijo empezó la primaria en agosto del 2019 y ya no se podía”
-“Y en el 2021 hubo una reforma donde en casos excepcionales el maestro le puede entregar de vuelta el teléfono a la criatura si es que necesita algún tipo de ayuda o hacer una llamada telefónica urgente y demás. Pero si no, el teléfono se deja en una caja o en un armario”
Eduardo Feinmann: “¿Y qué beneficios observaron? Qué resultados obtuvieron?”
Valeria: “Bueno, primero tiene dos enfoques, el de la privacidad, porque se hacían muchos videos, se sacaban fotos y acá el tema de la identidad está muy protegido”
-“Y por el otro lado, el tema de la concentración, no?”
-“El estar con el teléfono chateando, jugando, no permite que haya una concentración y una conexión con los maestros”