Pablo Sirvén, secretario de Redacción de La Nación, habló con Eduardo Feinmann acerca del discurso de la presidenta de Aysa, Malena Galmarini, durante la conferencia de prensa sobre la segmentación de tarifas.
Repasá las frases más destacadas
-“Es un poco por la escena sorprendente de la engorrosa conferencia de prensa por el ajuste, donde la presidenta de AYSA, súper esposa del súper ministro Massa hizo un juego raro con unas fotos y unas gigantografías para decir lo que pagan en edificios importantes”
-“No se entendió bien qué quiso hacer, tuvo dificultades para maniobrar”
-“Yo decía hagamos el ejercicio de bajar el sonido y cambiarle el entorno. ¿No dirían en un barrio particular mirá esa pituca empleada de inmobiliaria será que nos quiere vender o alquilar una casa suntuosa?”
-“Hubiera sido un gesto mucho mejor y hasta con más repercusión si en vez de esas casas hubiera puesto la foto de la suya, decir yo pagaba esto, no sé si ellos salieron del subsidio”
-“Que explique cuánto pagaba y cuánto va a pagar a partir del 1° de noviembre”
-“No lo hizo por un tema de pudor, en una Argentina con tanta pobreza no va a refregando tu riqueza. Tiene una buena casa en un country”
-“Está marcando edificios para que la mano de obra desocupada de la militancia inorgánica y descerebrada pinte o rompa un vidrio”
-“Todo esto tiene que ver con un afán de distracción, hay que distraer como sea que estamos ajustando las tarifas”
-“En 29011 Cristina Kirchner empezaba su segundo gobierno y habló de sintonía fina. Dijo vamos a hacer que la gente que quiera se pueda enlistar y decir renuncio a seguir recibiendo los subsidios de tarifas. Se hizo una cruzada militante de eso”
-“Cuando vino la tragedia de Once todo eso quedó en la nada”