Stella Maurig, madre de David, un joven adicto que se quitó la vida en julio de 2019, conversó con Eduardo Feinmann sobre la necesidad de reformar la Ley de Salud Mental y Adicciones, al cumplirse 11 años de su sanción.
Repasá las frases más destacadas
-“Mi hijo consumía desde los 16 años. En el año 2007 uno podía presentarse a un juzgado civil, explicar la situación y el juez disponía del artículo 482 de protección de personas. Nos ayudaba a las familias a salvar a nuestros hijos”
-“Se ponían en marcha un montón de ayuda que hoy no existe”
-“Seguramente que si yo tenía esos instrumentos judiciales mi hijo ese día seguramente no moría”
-“Cuando en el 2013 se reglamenta esta ley de salud mental actual nos encontramos con los artículos 20, 27 o 28 para lograr la internación involuntaria es un suplicio”
-“Mi hijo estuvo detenido diez meses. Su abogado defensor me pidió una dirección porque sino no le podían dar la libertad”
-“Yo le dije le dos mi dirección pero si habla con el juez para pedir un tratamiento para mi hijo”
-“Cuando salió mi hijo nunca más me atendió el teléfono. Ahí entendí la soledad que transita una familia”
-“Consumir tiene tres caminos, la cárcel, el hospital y el cementerio. Él cumplió los tres caminos. A partir del día que fallece al otro día salí a pedir una ley específica de adicciones porque nos encontramos en un callejón sin salida”
-“No era un chico con una familia no contenedora. Yo no sabía qué era la droga. Él empieza con conductas antisociales, en el colegio, con los amigos. Un día encontramos marihuana y cerveza”
-“Lo hablamos con el papá, sin gritos, sin violencia. Lo empezamos a controlar más”
-“Hicimos terapia de familia, lo llevamos a un médico de adolescencia y la hermana le encontró pastillas”
-“Cuando empieza a hacer el tratamiento me dan los dos diagnósticos. Jamás me imaginé la alta probabilidad de suicidio que tienen las dos enfermedades, la bipolaridad y el trastorno límite”
-“A los 30 años se fue a vivir solo. Era un chico explosivo”
-“En la semana anterior que fallezca nos empieza a llamar a la noche, a pedir ayuda. Tenía un delirio de persecución”
-“La noche anterior le dije a mi esposo si mañana no nos llama lo vamos a salir a buscar porque no está bien. No nos dio tiempo”
-“Cuando llegué a mi casa de trabajar me llamó un amigo y me dijo ‘usted sabe señora que David está muerto?’. Yo no podía reaccionar”
-“Fuimos con mi esposo a la esquina de Humahuaca y Pringles y ya estaba la morguera, la policía”
-“Se había suicidado de un disparo a las 12 del mediodía. Estuvo tirado hasta las ocho y pico de la noche”
-“Yo elegí el camino donde estoy hoy. Porque tenía que darle un sentido a la muerte de mi hijo”
-“Trabajo hace trece años, soy responsable del área de familia de una comunidad terapéutica”
-“Más que a mi hijo, me veo a mi en las familias”
-“La desesperación que tan desgarradoramente Marina mostraba ayer es real”
-“Me duele cuando hablan con tanta liviandad de la despenalización”
-“Estamos luchando por una ley específica de adicciones. El 24 de junio hago una marcha federal que se llama “La Madre marcha” al Congreso a pedir una ley específica”