María Bonasa, la única sobreviviente hasta el momento del derrumbe del hotel Dubrovnik en Villa Gesell, habló con Eduardo Feinmann sobre la tragedia que le tocó vivir y la pérdida de su pareja por el derrumbe.

Repasá las frases más destacadas

-“Fue un instante, que no pensás nunca que te va a ocurrir. Pero bueno, ocurrió. Lástima que perdí el amor de mi vida”

-“Pero me queda el consuelo de pensar que lo de él fue instantáneo, no sufrió”

-“Y bueno, viví una buena vida. 48 años de amor”

Eduardo: “María, ¿habían ido a pasar unos días a Villa Gesell?”

María: “Sí, pero habíamos llegado ese mismo día, porque yo había alquilado todo el verano, entonces tenía que contactarme con la persona que era la encargada de recibir a los inquilinos para ajustar algunas pavaditas que faltaban en el departamento, nada más”

-“Ver cómo estaban las cosas”

Eduardo Feinmann: “¿Cómo logró sobrevivir? Estuvo como diez horas ahí, ¿no?”

María: “Claro, yo sentía que había unas corrientes de aire, que en los escombros siempre hay aire, entonces podía respirar, traté de tranquilizarme, y traté de no gastar energías hasta que alguien me pudiera escuchar”

-“Porque si yo me ponía como loca al principio, cuando venían los bomberos, ya estaba agotada”

Eduardo: “¿Y dónde estaban usted y su marido?”

María: “Y en el departamento nuestro. Estábamos durmiendo”

-“Quedé aplastada por unas vigas grandísimas, grandísimas, y re pesada sobre toda la pierna derecha, toda la cadera, el brazo derecho, el hombro derecho, toda la parte derecha”

-“Me quedaba libre el brazo izquierdo y la pierna izquierda, y se había armado arriba mío una especie de cúpula con algún material, no sé”

-“Así que eso es lo que me dio espacio como para poder mover la pierna derecha, digo, la izquierda”

-“En la cabeza lo que tuve es que se me quedó la cara libre y toda rodeada de escombros”

-“Yo lo que traté de hacer primero cuando escuché la sirena lejana fue decirle a mi marido que se quede tranquilo que ya nos vienen a salvar, que ya vienen los bomberos”

-“Y por supuesto nunca me contestó nada. Y después, entonces después de la sirena dije, bueno, me voy a tranquilizar, voy a esperar a que lleguen, porque no voy a gastar energías, ¿viste?”

-“Entonces cuando escuché algún ruidito, ahí empecé a gritar, a pedir ayuda, si me escuchan contéstenme y no me contestaban”

-“Entonces justo empecé a ver qué había ahí en el piso donde estaba apoyado, encontré una piedra y empecé a hacer el código Morse con la piedra”

-“Me encontraron rápido porque además el jefe encargado del edificio que se había jubilado, Alberto Cantaliano, les dijo, acá está, yo sé que acá hay una pareja que está en este departamento”

-“Yo estaba en el primer piso del edificio del lado”

-“En un momento escuché un perrito. Y pensaba que era la confirmación de que mi marido ya no estaba, porque a mí ya me habían encontrado”

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