Marcelo, dueño del kiosco de diarios y revistas de Cerrito 372, conversó con Eduardo Feinmann sobre los destrozos que sufrió su local durante los festejos en el centro porteño.
Repasá las frases más destacadas
-“Realmente estoy… (Llora) Estoy muy agotado. Fue algo terrible. A las 6:30 ya estaban arriba unas 20 personas y no había como bajarlos”
-“Lo hicieron un acordeón”
-“Tengo alambres de púas”
-“No pudimos hacer nada, mi hijo y yo”
-“Las mujeres se bajaban los pantalones y me orinaban en la cara”
-“Pasé los tres mundiales, el cajón de Herminio Iglesias, pero esto no se puede comparar. Se drogaban abajo del kiosco. Los de arriba eran de Villa Fiorito. Durmieron ahí”
-“Se me arrimó uno y me dijo que me quedara tranquilo porque me iban a pegar”
-“Las madres subían a los hijos y se subían ellas”
-“Nos tuvimos que ir mi hijo y yo”
-“Me destruyeron todo. 60 años”
-“Es muy triste”
-“Retrocedemos”
-“Muy alcoholizados, muy drogados. No se podía dialogar con ellos. Venían con la fuerza”
-“Es una anarquía”
-“En mi vida vi tanta gente”
-“¿Que piensan en el gobierno o el GCBA? ¿Qué iban a venir monjas? En Chacarita ya estaban todos sacados. Y eran las siete”
-“Somos un país bananero”
-“Tengo 70 y 60 en el kiosco, desde que Papá firmó el contrato”
-“Mi hijo Martín se fue a vivir a México. Me dolió mucho. El dólar es estable y la vida es otra cosa”
-“Tengo que ir a hacer la denuncia a la comisaría”
-“Estoy muy mal”
-“Hablo italiano porque trato gente. Hice un curso de turismo. Me destruyeron”
-“No puedo abrir el kiosco porque si abro no lo cierro más”
-“Después del domingo, el lunes estaba todo orinado”
-“Lo podrían haber hecho en Ezeiza, que hay pasto”
-“Acá vinieron como ganado”