La situación es la que describió, lo nuestro es una Pyme, que es vulnerable a las variables económicas, no se puede tener un restaurante sin luz, agua. El aumento de las tarifas no se puede trasladar a los precios, porque la gente no puede pagar más.”

-“Un restaurante chico puede pagar entre 25-45 mil pesos de luz, están los empleados, después la cadena de pago se está resintiendo mucho. Hay que establecer muchas prioridades para funcionar.”

-“El personal es lo último que tratamos de tocar, por lo general es gente que se crío con el negocio. No podemos aumentar los precios porque la gente deja de venir.”

Laborda sostiene que hay mucha presión impositiva contra los gastronómicos

Camilo Suárez, Presidente en la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés: “Nosotros queremos que sea sustentable nuestro negocio y que la gente pueda venir. Lamentablemente se está complicando. La actividad cayó un 40 por ciento. Además hay menos consumo por cubierto.”

-“Desde el Gobierno hay una preocupación compartida, el Gobierno sabe lo que pasa, pero debe ser dificil revertir la situación. No queremos llegar a cierres ni despidos.”

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